El Volcán Poás: situado cerca de Alajuela , es también muy activo y posee tres cráteres de tipo lacustre. El mayor, con un diámetro de 1.5 kilómetros y una profundidad de 300 metros, es uno de los más grandes del mundo. La zona aledaña a los cráteres se asemeja a un paisaje lunar debido a las constantes emisiones de azufre. El Parque nacional Volcán Poás posee una extensión de 5600 hectáreas y, con excepción de la zona más cercana al volcán, está cubierto por una abundante vegetación.
Volcán Irazú: es uno de los volcanes más visitados del país. Durante los raros días despejados, desde lo alto de su cima (3432 metros sobre el nivel del mar) se pueden observar el Océano Atlántico y el Pacífico. El Irazú posee cinco cráteres y uno de ellos aparece como un gran lago verde brillante. La vegetación cerca de la cima del volcán es, debido a la altitud, parecida a la de las regiones andinas. El Parque Nacional Volcán Irazú también comprende bosques de roble encino y zonas de vegetación primaria del bosque pluvial montano.
El Volcán Turrialba: gemelo del Irazú por compartir la misma base, es muy parecido a su “hermano”. Posee tres cráteres bien definidos, y en sus faldas hay más vegetación que en las del Irazú. Para proteger las 1577 hectáreas de bosque que lo rodean, se creó un parque nacional en 1955.
El Rincón de la Vieja: se encuentra en Guanacaste, 25 kilómetros al noreste de la ciudad de Liberia. Entre sus cráteres los más definidos son el Von Seebach, el Cráter Activo, el Rincón de la Vieja y el Santa Maria, con alturas variables. El Cráter Activo tiene una constante e intensa actividad fumarólica. El Parque Nacional Rincón del la Vieja comprende 14000 hectáreas, y es una de las zonas protegidas más espectaculares del país por sus cataratas, bosque tropical, pastizales, fumarolas activas, aguas termales y una rica fauna silvestre, tan variada como sus paisajes.
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